En Espíritu, nuestra pasión va más allá de los huaraches: nos mueve contar historias inspiradoras de artistas y creadores que encarnan los valores de una nueva ola de diseño y cultura en México. Por ello, hoy queremos presentarles el proyecto Octoocular, fundado por Carlos Ross, a quien cariñosamente conocen como CarLuigi. Un emprendedor y diseñador que encontró en los lentes una forma de expresión única y, a través de ellos, nos invita a reflexionar sobre la identidad, la arquitectura y la fuerza creativa que emana de nuestro país.
A continuación, te compartimos un recorrido por la trayectoria, la visión y las motivaciones de Carlo; desde su primer acercamiento al mundo de la óptica hasta la fundación de una marca que busca poner en alto el nombre de México con cada uno de sus modelos. Este artículo surge a partir de nuestra serie "Espiritu Presents", donde destacamos a miembros de la comunidad que nos inspiran y encarnan todo en lo que creemos! Revisa la entrevista completa en nuestro instagram reel aqui.
Un amor que comienza con una colección familiar
El viaje de Carlo hacia la creación de Octoocular inició con una influencia muy cercana: su padre. De él heredó una colección de lentes que desde la niñez despertaron su curiosidad. Piezas clásicas y atemporales, quizás herencia de diferentes generaciones, se convirtieron en una puerta de entrada a su pasión por lo ocular. Con apenas 12 o 13 años, Carlo ya coleccionaba sus propios lentes y atesoraba cada modelo con devoción. Aquel simple objeto, que para muchos era solo una herramienta de protección solar o un accesorio cotidiano, cobró un valor simbólico en su vida.
Conforme creció, aquella colección se transformó en una búsqueda de identidad. Detrás de cada par de lentes había una historia: un viaje, un recuerdo o un rasgo estético que resonaba con la personalidad de Carlo. Su inquietud no se limitaba a acumular: también deseaba crear. Ese impulso creativo lo llevó, con el tiempo, a reflexionar sobre la esencia del diseño en diferentes disciplinas, desde la arquitectura hasta el interiorismo, y finalmente dio forma a lo que hoy conocemos como Octoocular.
El poder del proceso: más allá del producto final
Para Carlo, el proceso creativo es tan importante como la pieza terminada. Durante la entrevista, remarcó que la ruta que conduce a la concepción de un objeto—en este caso, lentes—es donde reside su mayor pasión. Por ello, su enfoque en el diseño trasciende la pura necesidad funcional o la urgencia de “vender”: lo que realmente busca es conectar con las emociones del usuario y vincularlas a una narrativa que dé vida al producto.
En lugar de pensar exclusivamente en términos de mercado o en solucionar un problema práctico, Luigi profundiza en las motivaciones más íntimas, las “necesidades emocionales” que cada persona puede proyectar en un objeto tan personal como los lentes. Su intención es contar historias a través de cada armazón: evocar memorias, transmitir un sentimiento y, finalmente, crear un puente empático entre su público y la marca.
Ese mismo espíritu narrativo se ha visto reflejado en otras facetas de su carrera. Carlo ha estado involucrado en arquitectura, interiorismo, proyectos de diseño industrial e, incluso, artes culinarias. Ha aprendido que cada paso en la elaboración—desde el primer boceto hasta la producción—es un escenario donde puede aterrizar sus ideas, refinar detalles y elaborar nuevas versiones de un concepto que, al final, busca ser una forma de autoexpresión para quienes porten sus creaciones.
Inspiración en la arquitectura brutalista y la elección de materiales
El brutalismo—movimiento arquitectónico reconocido por sus formas geométricas, la honestidad en los materiales y la exposición de estructuras de concreto—se encuentra en el ADN de Octocular. No se trata solo de una referencia estética, sino de un modo de pensar la construcción del objeto. Desde los nombres de cada modelo (Viga, Escala, Ángulo, Tragaluz, Fugas, entre otros) hasta el aspecto visual de los armazones, existe un diálogo directo con la arquitectura brutalista.
Uno de los elementos más llamativos de la marca es la selección del material: al observar los lentes de cerca, pareciera que estuvieran hechos de concreto, una imagen que evoca solidez y peso. Sin embargo, Carlo y su equipo han desarrollado un proceso que mantiene la ligereza y la comodidad esenciales para un armazón. El resultado es una singular dualidad: un aspecto robusto, casi escultórico, que sorprende al ser extraordinariamente ligero.
Este contraste de “lo pesado” y “lo etéreo” responde a la búsqueda de Octocular por destacar la parte esencial y cruda del brutalismo en un objeto cotidiano. Dicho enfoque también se ve reflejado en sus materiales de exhibición (displays, material pop) y en las campañas publicitarias, donde las líneas marcadas y los volúmenes destacan. El concepto final remite tanto a la fuerza visual de la arquitectura como a la innovación que hace que los lentes sean cómodos y perfectamente usables en la vida diaria.
El nuevo mexicano: creatividad y orgullo de origen
Octoocular se define con orgullo como una marca hecha y diseñada en México. Según Luigi, en el país existe un talento emergente que se está manifestando en ámbitos tan diversos como la gastronomía, el arte, la moda y, ahora, la óptica. Si bien hay proyectos de lentes con diseño mexicano, pocas marcas pueden afirmar que su proceso de producción ocurre completamente dentro del territorio nacional.
El propósito detrás de Octocular es poner en primer plano el concepto de “nuevo mexicano”, reflejando la efervescencia creativa que se vive en el país. La frase que ellos utilizan, “Son México”, condensa su intención: crear lentes con un espíritu disruptivo y vanguardista, sin perder la conexión con las raíces culturales y el contexto local.
Este proyecto, que ha llevado más de dos años de desarrollo, no es obra de una sola persona. Involucra un tejido de artesanos, diseñadores, técnicos y expertos en diferentes especialidades, formando una cadena de valor que nutre cada pieza. Para Luigi, visibilizar ese esfuerzo colectivo es esencial. No se trata únicamente de Octocular como marca, sino del potencial creativo que existe en nuestro país, y de cómo los objetos diseñados y fabricados en México pueden competir a escala internacional en originalidad y calidad.
Un objeto de expresión: autenticidad y personalidad
Los lentes son una declaración de estilo. Y en el caso de Octocular, cada modelo busca revelar un rasgo único de la personalidad de quien los porta. Luigi lo explica como un acto de “autoexpresión” donde el usuario entra en sintonía con una silueta, una textura y una narrativa particular.
La mayoría de los modelos—como Viga, Tragaluz o Ángulo—tienen contornos y diseños poco convencionales. No son para aquellos que busquen simplemente un accesorio discreto: son para quienes desean expresar su singularidad y atreverse a romper esquemas. Además, en un mercado globalizado donde abundan marcas tradicionales o producciones masivas, Octocular encuentra su diferenciación a través de la unicidad de cada una de sus propuestas.
Aunque la colección cuenta con un par de modelos más “seguros” o básicos, la esencia de la marca se centra en ofrecer algo distinto. Carlo lo define como “afilado” o “filoso”: un estilo que desafía la norma y resalta la identidad propia de un México urbano, moderno y lleno de contrastes.
El propósito detrás de cada proyecto
A lo largo de su trayectoria, Luigi ha explorado muchos campos: entretenimiento, hospitalidad, eventos, arquitectura y diseño. Ese amplio abanico de experiencias le ha permitido descubrir un denominador común en todo lo que lo motiva: el propósito. Para que su espíritu se encienda, necesita sentir que está contribuyendo con algo que va más allá del simple éxito comercial.
En la entrevista, recalca la importancia de alinear sus valores con un fin mayor. No se trata únicamente de “lograr un sueño” o “sacar al mercado un producto rentable”, sino de crear un proyecto que genere impacto en la gente, en la comunidad creativa y en la imagen contemporánea de México. De ahí que cada armazón, cada campaña y cada colaboración tenga una razón de ser.
Para Carlo, Octocular no es solo una marca de lentes, sino el reflejo de una filosofía de vida: el diseño como herramienta de narración emocional y de autoafirmación cultural. Esa perspectiva lo ha llevado a cultivar la paciencia y la perseverancia, necesarias para un desarrollo de dos años y medio que, finalmente, ve la luz.
Un llamado a encender el espíritu creativo
En la familia de Espíritu, nos encanta descubrir proyectos que, además de ser estéticamente cautivadores, llevan implícito un trasfondo cultural y humano. Octocular representa justo eso: la convergencia entre diseño, memoria y un profundo arraigo a nuestro México contemporáneo.
La historia de Carlo nos recuerda la importancia de explorar nuestras pasiones, por más inusuales que parezcan, y de tejerlas con la identidad que nos define. En su caso, comenzó con la curiosidad infantil por el cajón de lentes de su padre; una colección que, a los ojos de un niño, era un baúl infinito de posibilidades. Con el tiempo, esa curiosidad evolucionó hasta convertirse en un sueño, un proceso creativo y un propósito.
Hoy, podemos ver los frutos de esta travesía en una marca que mezcla influencias arquitectónicas, materiales sorprendentes y una profunda conexión emocional con el usuario. Más allá de la estética, Octocular invita a reconsiderar la forma en que nos vemos a nosotros mismos y cómo nos proyectamos al exterior. Sus lentes, de líneas audaces y espíritu brutalista, retan al portador a salir de la zona de confort y atreverse a mostrar su verdadera esencia.
En un panorama donde cada vez hay más voces que desean “rescatar” o “reivindicar” lo mexicano, Luigi y su equipo apuestan por una visión auténtica: innovación, exploración de nuevas texturas y, sobre todo, calidad. La cadena de valor, conformada por artesanos y expertos locales, refleja el talento que abunda en nuestro país. Al mismo tiempo, nos enseña que, con el enfoque adecuado, las tradiciones y la modernidad pueden fusionarse en un producto que abre paso a un nuevo horizonte de diseño.
Invitación a la comunidad
En Espíritu, creemos que el arte y la moda tienen el poder de cambiar perspectivas y construir narrativas que nos unan como comunidad. Por ello, extendemos la invitación a conocer el trabajo de Luigi y su proyecto Octocular. Si te animas a probar alguno de sus modelos, te aseguramos que no solo será un accesorio más en tu colección: será un statement de orgullo, un pequeño pedazo de la nueva ola de creatividad mexicana que está tomando fuerza en el mundo.
Para seguir el proyecto, puedes encontrarlos en sus redes sociales como @octoocular, o bien, visitar su sitio web www.octoocular.com y descubrir a detalle cada uno de los modelos inspirados en la arquitectura brutalista. Con seguridad, encontrarás uno que se ajuste a tu personalidad e historia de vida.
A nosotros, en Espíritu, nos encanta cómo Octocular ejemplifica el mensaje de que lo genuinamente mexicano se fortalece cada día, integrando la innovación y la esencia cultural. Cada diseño, desde su nombre hasta su forma, exhala la fuerza creativa de un país que ve en el arte y en la moda dos vehículos de expresión y de identidad.
A ti, lector, te invitamos a llevar este mensaje a tu día a día. Busca esos objetos, prendas o accesorios que resuenen con tu autenticidad, que cuenten tu historia y reflejen el lugar de donde vienes. Al igual que Luigi encontró su pasión en un artículo tan cotidiano como los lentes, tú también puedes descubrir en lo cotidiano la chispa que encienda tu espíritu.
¿Qué enciende tu espíritu? En palabras de Carlo, la clave radica en alinear los valores personales con un propósito mayor, uno que sea capaz de conectarnos con lo que verdaderamente importa y de despertar en nosotros el deseo de crear, compartir y trascender.
Con esta historia de inspiración, esperamos que sientas la misma energía positiva que nosotros al conocer proyectos apasionantes como Octoocular. Te invitamos a seguir explorando nuestro blog, donde encontrarás más entrevistas, historias y reflexiones sobre creadores mexicanos que, con su talento, pasión y entrega, están renovando la imagen de nuestro país ante el mundo.
En Espíritu, nuestra misión es hacer del calzado un vehículo de identidad y, a la vez, difundir el valioso trabajo de artistas y diseñadores afines a nuestros valores. Estamos convencidos de que, en la unión de tradiciones y visiones innovadoras, surgen los proyectos más memorables. Octocular, sin duda, es uno de ellos.
Así que no lo olvides: siempre hay una historia detrás de cada objeto. Y en este caso, esa historia es un tributo al poder de la mirada, la creatividad y el “nuevo mexicano” que impulsa una escena cultural audaz, diversa y profundamente emocionante. ¡Gracias por acompañarnos en este recorrido y por ser parte de la comunidad de Espíritu!
