Escrito por Paloma Quevedo el 13 de julio de 2020
Cuando pensamos en tiempos prehistóricos, ¿Nos imaginamos a nuestros ancestros corriendo detrás de los mamuts usando zapatos comodos? No lo creo...
Los prehispanicos, los gladiadores romanos, los atletas griegos, los guerreros aztecas, todos llevaron a cabo sus guerras, cazas, y supervivencia básica descalzos o, usando algún tipo de sandalias planas hechas de cualquier material que tuvieran a su disposición.
Las carreras descalzas ha experimentado un aumento en popularidad a travez de los últimos años; esta idea se basa en que los humanos han estado corriendo descalzos o con un soporte mínimo para los pies durante cientos de años. Las zapatillas para correr más complejas y especializadas fueron inventadas hasta finales del siglo XIX; esto significa que durante la mayor parte de la historia, los humanos han acondicionado sus cuerpos físicamente para poder correr de la manera más eficiente descalzos o con zapatos muy minimalistas.
Debido a que los humanos han evolucionado físicamente sin zapatillas especializadas para correr, correr descalzo o con un calzado minimalista es más seguro y eficiente. Contrario a la creencia popular, los zapatos minimalistas reducen el impacto en las articulaciones, los músculos, y los huesos; Permitendo una transferencia de energía más productiva.
Cuando hay una interferencia mínima entre el suelo y los pies, nos vemos obligados a aterrizar sobre las puntas de los pies (parte delantera o media del pie), en lugar de los talones. Aterrizar sobre los talones provoca un impacto forzado en las articulaciones y los músculos, lo cual provoca diferentes tipos de lesiones al correr.
Los corredores descalzos sufren menos lesiones, ya que con menos ayuda de un zapato sus pies se ven obligados a usar todos sus músculos, volviendose más fuertes.
Más importante aún, aterrizar sobre las puntas de los pies facilita un ritmo más rápido, ya que tus piernas pueden empujarse hacia arriba de una manera más efectiva usando menos energía. Al pensarlo es sentido común; menos peso en los pies permite ir más rápido.
Alejémonos de la idea de correr con zapatillas de plataformas gruesas, y adoptemos un calzado más parecido a una sandalia, como las tribus tarahumaras en México que usan sandalias finas para competir y ganar innumerables maratones.
Para comenzar la transición de correr con zapatillas regulares a zapatillas minimalistas o correr descalzo , se deben tomar precauciones graduales para que el cuerpo se ajuste adecuadamente evitando lesiones. La idea es hacer un cambio gradual , permitiendo que los pies se sientan cómodos con poca interferencia con el suelo y practiquen sus movimientos naturales.
Empieza por usar tus zapatos minimalistas en casa unas cuantas horas al día y en largas caminatas para acostumbrarte a ellos. Una vez que el cuerpo y pies se sientan más seguros con el nuevo calzado, comienza a usarlos en carreras cortas y fáciles, gradualmente agregando tiempo y distancia a medida que tus pies se vuelvan más fuertes.
Algunas personas deciden usar solo sus zapatos minimalistas en su viaje de correr descalzos; sin embargo, algunos deciden optar por cero interferencias y hacer la transición a correr completamente descalzos. Así como la transición de los zapatos regulares a los zapatos minimalistas es gradual, también debe serlo la transición a los pies completamente descalzos, permitiendo que los pies crezcan callos para protegerse. Una vez que hayas dominado la carrera con zapatillas minimalistas o completamente descalzo, podrás disfrutar de la naturaleza de una manera rápida y sin esfuerzo, de la forma en que nuestro cuerpo fue diseñado para correr.